La marea azota sin fin,
las olas que hacen palpitar
nuestros corazones.
Válvula incesante
que nos colma de vida,
y en un destello
nos hace desaparecer.
Somos como las estaciones
que transcurren impasibles en el tiempo,
silenciosas, matemáticas, implacables,
van pasando sin fin
por nuestras vidas.
Nuestros gritos son silencios,
nuestro caminar desandar,
y por mucho que queramos recordar....
nuestro tiempo se va
como la arena a la orilla del mar.
Totalmente cierto, la vida es así...MCG
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